ROMA VS CARTAGO (primer round) parte 2
Otra vez a empezar, el desastre le costo unos cinco añitos a Roma, para poder rehacerse material y económicamente, y otra vez la guerra se llevó a Sicilia.
Asdrubal, que intento recuperar Palermo, obtuvo una derrota que dejo en el campo de batalla a unos veinte mil de sus soldados, ahí se dio cuenta de lo harto que estaba, y pensó que los romanos estarían tan hartos como el, así que decidió liberar a Régulo y mandarle a Roma con proposiciones de paz, con la palabra de este, de que si no las aceptaban se comprometía a volver como prisionero, es aquí donde Cartago no sabía con quien andaba guerreando, pues Régulo, convenció al senado de seguir la guerra con cartago, una vez convencidos, este valiente se volvió a su encarcelamiento, sin saber que los Cartagineses, que quedaron con la boca abierta al verle llegar, no se les ocurrió otro castigo que matarlo de sueño, los hijos de Régulo, como venganza, cogieron dos prisioneros cartagineses, e hicieron lo mismo.
En este asalto, apareció otro contendiente por parte de los Punci, el padre de Anibal, Amílcar Barca, El comandante supremo del ejercito, que inventó, lo que conocemos como comandos, y comenzó a devastar las costas de la península, dándole la impresión a los romanos que serian invadidos.
Roma, no quería arriesgar su flota contra este, y su ejercito estaba, como decimos, en las últimas, ademas de tener las arcas del estado con telarañas. Pero los ricachones de Roma no querían que sus bolsillos peligrasen, así que sacaron sus chequeras, y, a golpe de talonario, construyeron una flota nuevecita, de unos doscientos barcos, hay que ver como funcionaba esta gente, un pis pas, y ala, toma barcos.
Los navíos se pusieron al mando del cónsul Lutacio Catulo, que bloqueo los puertos de Drepano y Lilibeo, Amílcar lanzó otra flota de cuatrocientas naves contra este, si desembarcaba, seria el fin para Roma, y Cartago seria la madre de todas las patrias, acechó a Catulo, este a su vez tenia ordenes claras del Senado de no hacer nada por su cuenta, pero desoyó esas ordenes, y aunque estaba gravemente herido, mando atacar. Los navíos cartagineses, estaban llenos a rebosar de soldados y material de guerra, para su desembarco, y eso fue su perdición, pues con todo ese peso no podían maniobrar , y Catulo envió ciento veinte barcos a criar algas, Amílcar giro en redondo para huir a casa, pero le cortaron el paso, y no le quedo mas remedio que rendirse. El gran general había sido derrotado. Este desastre obligo a Cartago a pedir paz, y Roma se la concedió, y haciendo lo que hoy, impuso unas condiciones, y unas sanciones económicas, que por otro lado podía asumir, y así, con la reposición de los prisioneros, el abandono de Sicilia, y el pago de tres mil doscientos talentos en diez años, acabó tras veinticinco años, desde 265 al 241 a.d.c, la primera guerra púnica.
Pero las fieras se lamian las heridas, sin otro objetivo que destruir a ese enemigo tan peligroso que acechaba al otro lado del mar.